Alimentación para una piel sana

La nutrición adecuada es fundamental para mantener nuestra salud y permitir el funcionamiento adecuado de todos nuestros órganos. Pero además tiene una profunda relación con la prevención de trastornos y enfermedades a nivel de la piel.
​La piel es el mayor órgano del cuerpo, así que no es de extrañar que una mala o buena nutrición tenga una considerable repercusión en ella.
Hay por tanto alimentos que son imprescindibles si queremos tener una piel sana y bonita. Por otro lado hay alimentos y hábitos que debemos evitar si queremos conservar nuestra piel joven por más tiempo.

Alimentos imprescindibles para nuestra piel

Agua: Para mantener la elasticidad y tersura de la piel es importante la ingesta de agua. La cantidad depende de la temperatura exterior, ya que si esta aumenta, aumenta la pérdida de agua por el sudor, así que no exageramos si decimos que en verano se deben beber al menos dos litros de agua al día, sobre todo si las temperaturas son elevadas.
Verduras y frutas: Además de agua y minerales, que también se pierden por el sudor, las frutas y verduras aportan vitaminas imprescindibles para la piel como la vitamina C que es necesaria para la formación del colágeno. La piel es uno de los órganos que primero sufre la carencia de la vitamina C. Y vitamina A que es necesaria, entre otras cosas, para el buen estado de la piel, el cabello y las mucosas. Ambas vitaminas son antioxidantes ayudando a neutralizar los radicales libres y previniendo así el envejecimiento celular de todo el organismo, piel incluida.  Las verduras, además son las fuentes de selenio más comunes en la dieta. El selenio tiene también una función antioxidante que reduce los efectos nocivos del sol en la piel y previene el daño cutáneo. La levadura de la cerveza, el germen de trigo y los panes enriquecidos son también buenas fuentes de selenio.
Frutos secos: Pipas, avellanas, almendras y cacahuete son una excelente fuente de vitamina E, la cual tiene un gran poder antioxidante, protege las membranas celulares y previene el daño de las enzimas asociadas a ellas.
Lácteos: Los productos lácteos son también una fuente de vitamina E, pero además es la principal fuente de calcio de nuestra dieta. El calcio no solo es fundamental para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, sino que también es importante para la piel, ya que estimula la producción de lípidos intercelulares y permite la síntesis protéica.
Pescado: Los pescados son fuente de ácidos grasos omega 3 que son importantes para el mantenimiento adecuado de la piel. Su déficit provoca endurecimiento y descamación de la piel. Tienen una función antiinflamatoria sobre la membrana celular mejorando las lesiones cutáneas de la psoriasis y el eczema.

Alimentos y hábitos nocivos para nuestra piel

Carnes grasas: El exceso de carnes grasas supone un aumento de las grasas saturadas, que además de atentar contra nuestra salud cardiovascular tienen un efecto negativo sobre nuestra piel.
Alcohol: El consumo de alcohol estimula la liberación de histamina que en grandes cantidades aumenta la respuesta inmune y la inflamación, perjudicando todo nuestro organismo incluida la piel.
Tabaco: El tabaco es muy perjudicial para la piel. Provoca disminución de la oxigenación  de la piel entre otras cosa porque la nicotina produce vasoconstricción y disminución del flujo de los vasos sanguíneos periféricos. Además aumenta la formación de radicales libres que potencian el envejecimiento.  Provoca además alteraciones en la inmunidad y trastornos inflamatorios y reduce los niveles de vitamina C.

Dra. Ana Mª Roca Ruiz. Máster en Nutrición.