Tras una semana fuera del mundo gracias a un microchip derretido en una placa base, vuelvo a la carga gracias a un ordenador nuevo.
Cada semana salimos a la calle con la expectativa de ver qué nos encontramos y como cada vez que sales a la calle nunca sabes que hay a la vuelta de la esquina. Esta vez fue especial. Creo que el amor estaba en el aire y nos permitió ver looks llenos de amor. Vimos amor de madre, vimos un look que es una declaración de amor para toda la vida y vimos también cómo el amor de un novio guapo o un perro pueden ser a veces el mejor complemento para completar tu vestimenta o incluso tu vida … 🙂
Parte importante del estilo es el amor y no ese amor romántico y de corazones rojos, si no el que debemos sentir por nosotros mismos. Cada día nos vestimos para salir y el hecho del arreglarnos y escoger las prendas que llevaremos es, en parte, un ejercicio de amor hacia nosotros mismos. Lo mismo que cuidamos de nuestros seres queridos, mantenemos limpia nuestra casa, o mantenemos en orden nuestra zona de trabajo, debemos hacerlo con nosotros mismos. Y es que al vestirnos con mayor o menor gracia y salir, lo que los demás vean, debe ser un reflejo real de nosotros y de cuánto nos queremos.
Así pues, quiérete mucho, que eso se nota y tu estilo lo agradece.