Esther Filantrópica-@laguiademoda
Desde el siglo XIX la mantilla ha sido un símbolo en España en los actos sociales, sobre todo desde que la reina Isabel II la popularizó dándole un toque diferente añadiéndo peinetas y tocados. Ha llegado a nuestros días como símbolo de distinción y elegancia para llevar en ceremonias, procesiones, velos de novia…
La composición mas exquisita sería como las que nos ofrece la boutique infantil LA CUNA, tules de seda bordados en varias formas y tonalidades que son una delicia para la vista. Mantillas, de pico o triangulares, que son mas sencillas y ligeras, o chalinas, mas ostentosas.
Pero el mejor consejo nos lo debe dar María Ruíz su gerente, que es una experta en esta distinguida pieza única que no debe faltar en nuestro fondo de armario. Hay un detalle anecdótico, el color negro normalmente está reservado para las casadas y el color blanco para las solteras. ¡Historia y elegancia en una misma pieza!
Maquillaje: Escuela de maquillaje MONALISA
Fotografía: GUALDA FOTÓGRAFOS